lunes, 28 de abril de 2008

Las canciones de mi vida

No podemos seguir haciendo oídos sordos a nuestros artistas, porque ahora estamos todos quejándonos, que si se legaliza el aborto, que si no se legaliza el aborto, pero, ¿porqué no prevenimos el embarazo de las maneras correctas?

Porque los artistas rioplatenses, ya nos han indicado como se hace, y nuestra indiferencia parece no querer escucharlos.

Por ejemplo, Atahualpa Yupanqui, en su canción “El arriero”, incita claramente a que tu, hombre, te cuides de la malvada mujer, utilizando forro, en vez de confiar en que ella recuerde tomar sus pastillas:

“Los penes son de nosotros, las vaginas, son ajenas”.

Luego, Carlos Barea, en el conocidísimo “Candombe del mucho palo” también nos dijo de un modo franco, como deberíamos tratar a la chica que quiere quedar embarazada a toda costa:

“Mucho palo pa’ que aprenda, mucho palo pa’ que aprenda a no ovular, a no ovular”.

Y, finalmente, y para no parecer misógino, debería comentar, que en nuestro cancionero, también hay mensajes para que los hombres cambien su actitud.

Puntualmente, en la canción “Pa’l que se va” de Alfredo Zitarrosa, el maestro recuerda a los hombres que luego de embarazar a su chica escapan hacia Europa, o Estados Unidos, y luego ni siquiera pagan la pensión alimenticia del crío:

“No te olvides del pago, si te vas pa’ la ciudad”.

Escuchemos a nuestros artistas. No escucharlos, sería un aborto.

lunes, 21 de abril de 2008

JUE_O _E P_L_BR_S

Palabras Duarte nació en un país de mierda, no importa cual, piense usted, amigo lector, en el país de mierda que a usted le plazca, a Palabras, la cansera le impidió conseguir un trabajo digno, con lo cual, siempre fue amigo de la reposera y el matecito dulce, además del latón de agua tibia para los pies, y la Condorito.

Si se me permite, voy a hacer un comentario al margen, si usted pensó en su propio país cuando se le pidió que piense en un país de mierda, sepa que es un depresivo del carajo, y que no tiene, ni va a tener jamás, la lástima de nadie, el mundo no se va a detener para mirarlo llorar, querido.

Volvamos a lo nuestro, llevando esa vida apacible, Palabras, siempre fue un muchacho bonachón, de buen humor, y buen semblante.

Solamente había una cosa que lo ponía de mal humor, y que lo hacía pensar en las peores represalias para con sus congéneres. Que se confundieran los términos.

Los juegos de palabras, puntualmente, decía Palabras, no son el ahorcado, el crucigrama, el scrabble, la sopa de letras, y muchísimo, pero muchísimo menos, esas frases ingeniosas que, en general, son creadas por hombres como Leo Masliah, que por su bajísima autoestima, necesitan mostrarse como creativos y perspicaces, para que la gente los quiera.

Según Palabras, los juegos de palabras, eran aquellos juegos que, o bien eran propiedad de él, o bien habían sido propuestos por él.

Y guay del que lo contradijera.

lunes, 14 de abril de 2008

Rodolfo Sabenombres

Rodolfo Sabenombres, es portador de un apellido que lo signó para siempre.

Los ancestros paternos de Rodolfo, siempre se caracterizaron por tener la capacidad innata de retener nombres, de tal manera que, dado un apellido, era inmediato para ellos entregar el correspondiente nombre de pila.

Las hazañas de la familia de Rodolfo, habían sido realmente asombrosas, su abuelo, trabajó en un circo, en el cual invitaban participantes del público que pedían nombres a los apellidos mas olvidados, sin embargo, el nono jamás había fallado. Por su parte, el papá de Rodolfo, también había llevado una intachable trayectoria, desarrollando su profesión arriba de los ómnibus que recorren la capital, y, al igual que su padre –el abuelo de Rodolfo- nunca falló en una sola respuesta.

Rodolfo, por su parte, tuvo una mejor visión comercial, y llevó adelante su tradición familiar en programas de televisión.

La exposición a millones de personas, imponía en Rodolfo, una dosis de nerviosismo superior, con lo cual, Rodolfo, en cinco minutos frente a las cámaras, sufría picos de stress importantes. Pero pagaba con ello la cuota del chalet.

El mayor triunfo de Rodolfo, es recordado de una manera exacta, por Rodolfo y sus seres queridos, hasta hoy, diez años después.

Corría el año 1998, cuándo Rodolfo recibió el llamado de la producción de Susana Gimenez, y fue invitado a su programa, uno de los de mayor suceso en el Río de la Plata.

Ya en el plató, Rodolfo fue introducido por la conductora, y comenzó la dinámica de preguntas:

SUSANA- Gimenez

RODOLFO- ¡Susana!

SUSANA- Correcto, ahora vamos con uno mas difícil: Iniesta

RODOLFO- Roberto

SUSANA: Púa

RODOLFO: Victor

Pero el mayor de los retos, y el triunfo más recordado de Rodolfo recién estaba por venir, cuando Rodolfo no lo esperaba Susana inquirió:

SUSANA – (Silencio)

Cuando Susana terminó de consultar, sin brindar ningún apellido, Rodolfo transpiró. Transpiró. Pensó y pensó. No entendía el concepto, pero llegó a una conclusión, y ganó la gloria:

RODOLFO - ¡Alcides!

viernes, 4 de abril de 2008

La vida es bella

Por suerte la napo con fritas no me puede decir que no, le dije a Esther aliviado. Esther respondió, andá, si vos te pasas quejando de que estás solo, y andas todas las semanas con una sucia nueva. Epa, amiga, le deje contrariado, más respeto, no sea atrevida.

Pedí la napo con fritas al mozo, y le consulté a Esther, che ¿puede ser que vos me estés haciendo una escena de celos?, no, tarado, respondió ella con desdén, pasame los cubiertos, le dije restando importancia al tema, sin embargo antes de alcanzármelos, me consultó ¿porqué me preguntabas?, a lo que yo respondí, no, me pareció.

Pero te pareció mal, me dijo, en primer lugar, vos sos un tipo feo, y no te hablo de sentimientos, en cuyo caso serías mucho mas que feo, sino de tu cara y tu cuerpo, que son de lo mas espantoso que he visto, contando mi visita al continente africano, sos mucho mas feo de ver que cientos de niños desnutridos y a punto de morir, aparte sos peor persona, y bastante más hijo de puta, que el asesino de la Madre Teresa de Calcuta, en el caso que éste hubiese existido.

Pero si vos ni siquiera me conoces, yegua, repliqué de inmediato, pasame los cubiertos, atorranta.

Me los pasó, y se retiró indignada.

Por suerte la napo con fritas no me puede decir que no. La vida es bella, me dije.