lunes, 21 de julio de 2008

Las verdaderas causas

Esto es por la paz mundial, no queremos más guerra entre los hombres, porque no estamos aquí para eso, yo creo que cada uno debe buscar su misión en la vida, e intentar llevarla a cabo, respetando a los demás.

Por la alimentación de los niños del África, no queremos ver más niños con hambre en África, mientras otros derrochan sus abundancias, es por una humanidad más sensible y solidaria.

Es por los ositos panda. Es por las ballenas. Por el medio ambiente.

Es por los derechos de las mujeres, porque no es utópico pensar en una sociedad en la cuál la igualdad sea un hecho.

Por estas, y por muchas otras causas, quiero ser miss universo.

sábado, 12 de julio de 2008

El fanático

(Locación: kiosco, o local donde se vende timba)

- Buen día, ¿tenés 5 de oro?
- Tenemos, decime los números
- impecable, quiero dos veces el 03, el 04, el 05, y el 06.
- ¿Dos veces el 03?
- Si, si.
- Es que no se puede, tenés que apostar cinco números diferentes
- Mmm…no sabía, bue…disculpe, hasta luego.


El fanático de Rafaela Carrá salió del kiosco, decepcionado.

martes, 1 de julio de 2008

Imprecato

Los tres hombres se encontraban en la sala. En una de las paredes, un gran espejo le hacía saber al criminal que al otro lado había más gente mirando.

El agente de la ley (aquí le llamaríamos policía) lo intentaba interrogar, y el traductor lo asistía en sus funciones. Era común que los detenidos en el aeropuerto no hablaran el idioma local.

DETENIDO – No entiendo, ¿ustedes dicen qué me detienen por ser rubio?

TRADUCTOR – Si.

DETENIDO – Pero ¿es ilegal ser rubio? No entiendo, no lo sabía.

TRADUCTOR – Sadi no se le monard be imprecato. No precure.

AGENTE – Is. De lix amuse, no probeca de limprebilit.

TRADUCTOR – El desconocimiento de la ley no lo exime de culpabilidad, mi amigo. Marchó.

DETENIDO – Vayanse bien a la concha de su madre.

TRADUCTOR – sadi de írteli nela pepa del menora.

AGENTE – Mela garré. De marcant la goní prelatio en bagach.

TRADUCTOR – Dice que le chupe la pija. Y pregunta qué es el libro que traía en su bolso de mano.

DETENIDO – Una guía de turismo.

TRADUCTOR – Aturist güidans

AGENTE – Melgui tu reder de conti tusión; ¡ponetélagatorra!

El traductor y el agente se cagan de risa con ésta última frase. El detenido los mira con la misma confusión de siempre. No entiende nada.

TRADUCTOR - Dice que mejor hubiera leído el código civil; ¡Zopenco!