La energía transformada en movimiento hace que gire el eje de otra rueda similar, y a partir de ambas, se mueve también una estructura cuya forma determina el centro de gravedad del equipo, punto fundamental para el equilibrio del mismo.
Un dispositivo simétrico, con agarraderas laterales provee el mecanismo para determinar la dirección del movimiento, en caso de ser necesario detenerlo, un par de palancas ubicadas en las agarraderas, al activarse, movilizan sendas lingas de acero que, a través de otro sistema de palancas, detienen el giro de las ruedas aplicando, mediante cuatro tacos de goma, cierta fuerza de rozamiento en las mismas.
Si todos colaboran, el viaje promete ser un éxito.