lunes, 3 de enero de 2011

Simón Manda SMS

Simón camina hacia la luz que emite la pantalla de su celular. Iba a decir display, pero después me vienen con la lengua y yo que sé. Simón parece caminar hacia la luz de su celular, porque lo hace al tiempo que envía un mensaje de texto.

Levanta la mirada intermitentemente y con frecuencia irregular, cuando ve el camino despejado deja pasar más tiempo sin mirar. En ese hueco, concentra de forma absoluta la atención en su celular. Tropieza pero sigue, el mensaje es largo que da miedo, parece.

El camino de Simón no se ve interrumpido por una presencia que él ni detecta, es una morocha escultura, que no obstante la completa ignorancia de Simón, sí parece fijarse en él, y aprovechando su distracción, le hace un paneo completo de abajo hacia arriba.

El mensaje de texto casi está completo. Es un mensaje que Simón envía a una muchacha, la misma que no le dio mucha bolilla pero sí le pasó su celular la semana pasada, cuando se conocieron en el bar.

Otra presencia es ignorada al paso del Simón de cara iluminada, es un muchacho que comienza a levantar la mano para saludarlo, pero que detiene el movimiento a mitad de camino al notar que el saludo no será correspondido.

Es que Simón camina hacia la luz que emite la pantalla de su celular.