Mayúscula fue mi sorpresa al enterarme que Susana Giménez tomó la decisión de conducir, este año, un programa para niños.
Es sabido por todos, que, al igual que muchos otros, Susana repitió su fórmula ganadora durante años, he ahí el principal desencadenante de mi asombro, y no es que me importara, lo leí en una revista de chismes comprada por mi vieja, mientras cagaba (yo, no mamá).
Pero, al fin, haber descubierto esto me ayudó a comprender otra cosa que leí el domingo pasado en el suplemento de clasificados:
“Importante productora televisiva selecciona jóvenes para trabajar como asistentes de exitosa conductora de programa infantil, los interesados deben tener sentir fuertísimos deseos de formar una familia, casarse, tener hijos, y un perro labrador dorado. Mas aún, los postulantes, deben ver la formación de una familia, como la ley natural de sus propias vidas”
Crítica (sin spoilers) de Oppenheimer
Hace 1 año