miércoles, 4 de febrero de 2009

Sufrimiento detenido

Carlos hundió el caño del metálico revólver en su papada, y se miró al espejo. Se vio arruinado, inundado de desgracia, despeinado, sucio. Hacía cinco días que no salía de la casa, ni tenía contacto con ninguna otra persona, más allá de los telemarketers, que le ofrecían un momento de ilusión mientras sonaba el teléfono, y otro más largo y pesado de derrota y percepción amplificada de su soledad.

Quitó los restos de cocaína de su nariz con la parte superior de su muñeca derecha, y se sirvió otro whisky. Lo bebió de un sorbo y se arrodilló a vomitar en el water.

Cuándo hubo terminado de vomitar, con los ojos llenos de lágrimas, y la cara tinta por el esfuerzo, quiso verse morir en el espejo, quería ver como su cerebro salía por la parte superior de su cabeza, para luego incrustarse en el cielo raso, cómo una mancha centrada en el agujero producido por la bala.

Quería verlo, para sentir un último sufrimiento.

Sin embargo estimó que este paso, merecía un ceremonial, así que limpió el revolver, y lavó sus manos antes de llamar a la muerte. Luego las secó con una toalla limpia y seca.

Finalmente tomó su última línea y apoyó nuevamente el arma en su cuerpo. Luego abrió bien los ojos para ver y gatilló.

El martilló golpeó, y por un instante no pudo mantener los ojos abiertos, sin embargo el cerebro no voló. El revolver no se había disparado. Sin pensar volvió a gatillar. Lo mismo. Un clic sin muerte. Otra vez. Y otra. Y otra. Lo mismo.

La semana anterior, Carlos había ido al templo de los pastores, y el incrédulo se había cagado de risa cuándo le regalaron el jabón de la descarga.

6 comentarios:

Unknown dijo...

¡Notable! Una puntualización: me habría gustado más con una pistola en lugar de un revólver, sonaría como "más moderno". Ojo, no es una crítica, es "cosas a mejorar".

Siesta escandalosa dijo...

Vas a un templo y te terminan regalando un chasco por si se te cruza suicidarte... No hay que tomarse a la religión ni a la vida muy en serio.

Blondiepower dijo...

Genial! jajajja. Y a mi me gusta mas la palabra revolver que pistola!!! jajja

Cielo Violeta. dijo...

WOW!
Me dejó boquiabierta!

Excelente relato, felicitaciones!
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Me dio mucha simpatía ver en tu perfil una imagen de Milagro para Petinto. Peliculóooon!

Siesta escandalosa dijo...

Qué pasa que está demorada la producción, eh? (Hoy me levanté más rompe que el viento. Pero mucho más).

¡Jotapé! dijo...

Cómo el viento de poniente