miércoles, 14 de noviembre de 2007

Robo

Una mesa redonda y tres copas del mejor vino los reúnen, los tres hombres celebran el éxito de su primer y único golpe como equipo.

Solamente uno de ellos es debutante en el ambiente delictivo.

Carlos Morales es su nombre, casado, dos hijos, nunca tuvo un alias.

En la misma mesa, presente y atento se encuentra también “El Pájaro” Canosa, estafador de profesión, dotado de una inteligencia envidiable, jugador compulsivo del ajedrez cronometrado de la vida, capaz de analizar en un instante las millones de jugadas que pueden seguir a la actual. Rápido, vivo. Jamás tuvo en sus manos un arma de fuego, no es un chorro. Nunca lo pudieron atrapar, pero su carrera delictiva fue, hasta hoy, por demás prolífica.

El tercero es “El Barril” Jiménez, quizás el único ladrón de los tres, el bandido, en su adolescencia conoció casi todos los centros de reclusión de menores de nuestra capital, y de mayor vivió un encierro de larga duración, homicidio, su causa.

Junto a estos dos delincuentes, Carlos no tiene nada que hacer, en apariencia, Carlos es cajero, cajero del banco que fue robado la semana pasada.

El único negocio legal del Pájaro estaba en la esquina de la casa de Carlos, un restaurante muy lindo, y de buena fama, dónde Carlos acudía recurrentemente, solo y con su familia.

Uno de los días en que Carlos visitó el restaurante en solitario, fue tentado por el pájaro, con quien mantenía una muy amable relación, a participar del hecho.

Aceptó.

La noche previa, no pudo dormir, pero permaneció inmóvil en la cama, para no alertar a Marissa, su mujer.

A las 16:45, exactamente la hora pautada, ingresó al banco enmascarado y armado hasta los dientes El Barril, inmediatamente tomó unos clientes como rehenes y se acercó a la caja de Carlos, como de casualidad. Carlos colaboró en el robo, como actor, prácticamente.

Mostrándose asustado por la presencia impactante de Jiménez, Carlos colaboró de la mejor manera en el robo, haciéndolo mas efectivo desde el punto de vista del botín obtenido y del tiempo utilizado para llevarlo a cabo.

Todo estaba estudiado por El Pájaro, que fiel a su estilo, ni siquiera estuvo en la ciudad el día del fraude, sino que viajó a Buenos Aires a hacer shopping, en realidad, viajó para dejar marcada en la aduana su ausencia en el país. Por si acaso.

Carlos lo hizo muy bien, las cerraduras de apertura retardada estaban abiertas varios minutos antes, y con justificación. Su actuación fue perfecta, y conmovió hasta las lágrimas a sus compañeros más sensibles e inocentes, que temían por su vida desconociendo las reglas de este juego en el que Carlos participaba.

Pero el hecho ya fue consumado, y hoy en la mesa, los hombres se reúnen por otro motivo.

La mesa el día de hoy reluce de alegría, y estos tres colegas que antes se habían reunido a repasar los planes de Canosa, hoy se reúnen a acordar el reparto del botín. Partes iguales se distribuirían el mentor, el ejecutor y el colaborador.

Todos se mostraban amigables, y alegres, pero atentos, sin perder de vista una mínima actitud sospechosa.

El dinero del robo había sido transportado por El Barril hasta una casa alquilada de palabra en los suburbios de la ciudad de Canelones, acordaron pasarla a buscar el día siguiente.

Pero Carlos se mostró asustado por ese hecho, temía por su vida obviamente.

Y la situación límite lo llevó a ejecutar el peor plan.

Carlos, le confesó todo a su esposa entre llantos, y le pidió que al otro día fuera ella a la procura del dinero, diciéndole que los otros dos bandidos no se animarían a nada sabiendo que quedaba él dispuesto a denunciarlos si daban un paso en falso con ella.

A regañadientes Marissa accedió al desesperado pedido de su esposo.

Pero con estas premisas Carlos no hizo mas que engañar a Marissa, desesperado, y viéndose envuelto en una situación inimaginable para él, decidió continuar hasta el fin con la empresa.

Esa mañana la siguió hasta el lugar, desde la distancia vio como se ejecutaba la transacción y cuando ella se alejó con su parte del dinero, le disparó por la espalda con frialdad atroz.

Carlos, utilizando guantes, tomó el bolso y la billetera de su esposa, constató que en el bolso estaba el dinero, sacó todo el dinero de la billetera, la dejó al lado del cuerpo de su esposa, y fue a casa a buscar a los niños, y esperar a ser telefoneado por la policía para reconocer el cadáver de su esposa asesinada brutalmente por un ladrón de billeteras.

La sorpresa de Carlos fue mayúscula al constatar que los pequeños no estaban en su casa.

¿Qué habría pasado? ¿Dónde estarían los niños?

Cuando salió tras los pasos de Marissa los chicos habían quedado encerrados en la casa.

Carlos no podía comprender la realidad.

El chaleco antibalas de Marissa fue a parar al bolso de El Barril junto con las otras dos terceras partes del hurto, la otra se la quedó Carlos.

Rumbo a Santiago de Chile partieron Marissa y El Pájaro, con los niños, éste robo no representó un hecho económico para el malhechor mas inteligente, éste robo fue distinto, fue un robo de amor.

El último gran golpe de El Pájaro Canosa.

11 comentarios:

El Perro dijo...

La pucha...me tapa la boca semejante texto. Y me la tapa porque me deja atónito...es como un Arlt uruguayo, usted!
¡Cuanto placer, cuanto!

Dalma dijo...

Muy bueno Jotapé, quede como cuando vi el final de Nueve Reinas... :O

No hay que confiar ni en las mujeres ni en los "amigos", parece

Lo felicito, aunque se trasluce una sospechosa habilidad suya para la estafa ;)

¡Jotapé! dijo...

perro, tengo que confesar que no conozco al señor Arlt, por lo visto me vas a obligar a conseguir algo, me pongo en campaña entonces.

Nereida, ¡Eso si lo conózco!¿Cómo era el tema de Rita Pavone?
Por cierto, he notado que por un poco mas de extensión nadie lo leyó, así que me alegra que hayas llegado al momento cúlmine.

Nuevamente, no sacar frases de contexto.

Dalma dijo...

Creo que es "Il Ballo del Mattone"...querra decir "El baile del matón?"

Matty Ramone dijo...

Grave error el de Carlitos... ¿Que necesidad de contarle a la esposa?
Es como decir "mi amor, tengo amante"
Callate vegija...si la cagaste aguantate despues...
Nice post

¡Jotapé! dijo...

dalma, parece que "il ballo del mattone" significa algo así como "el baile lento", un baile para enamorados, romántico, digamos.

Lucha en Lodo también educa señores. Aprovechen pues.

Matty, me parece que cuando Carlos decidió contarlo la esposa ya estaba recontra avivada de como venía la historia...

Totalmente de acuerdo con lo otro, ser infiel y después ir a contarlo es una burrada, doble.

Y ojo que no mencioné el refrán "ojos que no ven, corazón que no siente", porque ahí sí, se armaba la podrida.

Dalma dijo...

ahhh....mira vos, ni idea.


bueh... bailás?
jajaj

Y claro, cuando Carlitos le conto a la mujer, ésta ya sabía.
Como siempre, cuando uds fueron, las mujeres fuimos y vinimos cuarenta veces :P

Anónimo dijo...

Muy bueno y muy bien escrito.

He leído demasiada mierda una y otra vez, una y otra vez como para no reconocer algo bueno.

Gracias a Dios esta frase la estoy repitiendo últimamente bastante.

En resumen: Bravo!

:]

¡Jotapé! dijo...

dalma, me dan un poco de miedo estas propuestas...

Te propongo que vayamos y volvamos 40 veces antes de proponer algo así.

Dar vueltas y vueltas.

renton, bienvenido, vuelva cuando quiera.

Dalma dijo...

andaba con ganas de leer un post nuevo


bueh, me quedaré con las ganas nomas

Anónimo dijo...

como siempre, essselente mi poeta preferido. quiero decirle a la monada, q yo tengo el manuscrito original de esta obra. jej... chupengiles!!!