Estaba tirado en la cama en estado alfa cuándo ocurrió lo inesperado: el dispositivo que tenía en mi pecho comenzó a vibrar. Sospeché que sería un teléfono celular. De manera que lo tomé y presioné el primer botón que pude, con la motricidad que pude.
- Hola
- Hola, poné el 73 –dijo una voz desconocida-
Para ese momento, pude notar con una claridad casi exacta que el dispositivo a través del cuál la voz me hablaba era el control remoto de la tele.
Sin reparar en nada, cambié el canal hacia el 73 y retomé la conversación.
- Equivocado.
- Ah… disculpe.
- No es nada.
No tengo cable, claramente era equivocado.
Crítica (sin spoilers) de Oppenheimer
Hace 1 año