sábado, 28 de marzo de 2009

Descontrol

Estaba tirado en la cama en estado alfa cuándo ocurrió lo inesperado: el dispositivo que tenía en mi pecho comenzó a vibrar. Sospeché que sería un teléfono celular. De manera que lo tomé y presioné el primer botón que pude, con la motricidad que pude.

- Hola
- Hola, poné el 73 –dijo una voz desconocida-

Para ese momento, pude notar con una claridad casi exacta que el dispositivo a través del cuál la voz me hablaba era el control remoto de la tele.

Sin reparar en nada, cambié el canal hacia el 73 y retomé la conversación.

- Equivocado.
- Ah… disculpe.
- No es nada.

No tengo cable, claramente era equivocado.

6 comentarios:

Siesta escandalosa dijo...

Se me llenó de risas el teclado. Y de gusto.

Not just a moustache dijo...

pondría muchos "ja"
pero estoy mezquino

lo cual no significa que la sonrisa que generó este texto me haya llevado a casi morder mis orejas

Viejex dijo...

Si se me ocurriera algo a la altura de la sutileza y esquisitez del post le escribiría un buen comentario. Pero lamentablemente no se escribir.

Anónimo dijo...

jajaajaajajaajaaj!

Unknown dijo...

Recién caigo en su blog.

No podía irme sin dejar expreso mi agrado por esta entrada exquisita.

Siempre, siempre puede ser equivocado cuando suena en el pecho...

¡Jotapé! dijo...

Gracias a todos, es tarde para responder individualmente.

Solo a vos, Scar, te agradezco, no es muy común que la gente comente en entradas anteriores a la última, y es lo que más me gusta que ocurra.

Pero no vayas muy atrás que ya me da vergüenza.

Salutes.