viernes, 2 de octubre de 2009

Mi primer divorcio (Parte 5)

Yo no sabía qué decirle, así que solamente dejé fluir las cosas hasta que el vino habló por mí, y -a diferencia de las otras veces- ésta vez funcionó. Es que Marina me gustaba enserio.

Durante varias semanas estuvimos viviendo la historia sin contarle nada a nuestros compañeros, salíamos, pero nos manejábamos con discreción, decíamos que era para que nuestros compañeros no nos molestaran. El tema es que no pudimos mantener la reserva. Fue una anécdota simpática, se las voy a contar:

Uno de los días que salimos, yo me quedé a dormir en su casa, la noche anterior habíamos vuelto a tomar un poco de vino, así que a las nueve de la mañana estábamos soñando -Marina siempre soñaba cosas raras-. Decía, que a las nueve de la mañana sonó mi celular, boca abajo y separando un solo brazo lo agarré de la mesa de luz y atendí. Era un compañero. Por la charla que tuvimos, me pareció que había sospechado algo, pero atribuí mi paranoia al sueño, y su titubeo a mi ronquera. Me hizo unas preguntas sobre la oficina, y a los dos minutos volvió a llamar:

- ¡Uy, perdón! Sin querer volví a marcar tu número, quería llamar a Ricardo (otro compañero de la inmobiliaria).
- No pasa nada, che, todo bien.
- ¡Cómo estuvo esa noche, eh! –Dijo, haciendo clara referencia a mi voz ronca-
- La verdad, el lunes te cuento.
- ¿Estás en tu casa?
- Si ¿por?
- No, de repente te querías venir a comer por casa.
- Gracias, pero más tarde me cae gente en casa, te agradezco, enserio.

Terminamos la llamada con un par de formalismos que no vale la pena detallar y volví a dormir. No me extrañó que me invitara a comer, José Luis era de esos personajes dicharacheros, sociable, divertido, jodón, digamos.

El lunes llegué a la oficina un poco tarde. En mi escritorio había un papel, por suerte no lo había visto nadie, el papel decía:

“Ya se que te estás curtiendo a Marina, cada día que pase se lo voy a contar a un compañero más, salvo que le pidas a Martoni que te rebaje un poco el sueldo”

7 comentarios:

Marina Agra dijo...

ey, nene, qué mala onda tu compañero. un botón, un botonazo! marina me cae bien sólo porque se llama marina. mirá qué tupé!

Eclipse dijo...

guacho de mierda...
a esos hay que cortarles la lengua de chiquitos.

(ok, yegua off)

me alegra volver a leerlo ;)

Viejex dijo...

Un jodón jodido, eh?


Si, ya se, que comentario de porqueria....deme un rato y vuelvo

Diego dijo...

No amerita menos que una regia cagada a trompadas... Es asi nomas. Primero ver quien fue, no?

chica pastiche dijo...

quiero escuchar tu venganza.
porque hubo venganza, no??????

¡Jotapé! dijo...

A mí también me cae bien el nombre Marina, Marina.

A la gente le encanta hablar de los demás. Eclipse. Eso es cierto. Cuando quieras pasá por acá y contate un chisme de alguien.

Tenés todas las oportunidades que quieras, Veterano.

Diegote, este espacio se proclama anti-violencia, y a los que no están de acuerdo les rompemos bien la cara. ¿Estamos? Mentira, viejo, bienvenido, revolcate en el barro cuando quieras.

Pastiche, ¿además de oscura sos rencorosa?

Bueno, queridos, acabo de publicar una parte más, y la siguiente va el miércoles. Les mando un fraternal abrazo a todxs.

Unknown dijo...

¿Y en que lo beneficiaría al anónimo chantajista que le rebajaran el sueldo?