martes, 13 de marzo de 2007

La jodita

Episodio real ocurrido el 28/12/2006.

El cementerio tenía diversas funciones que repartía entre sus empleados, era un lugar difícil para trabajar con lo cual los lazos entre compañeros de trabajo se fortalecían rápidamente.

Los compañeros que llegaron temprano ese día prepararon una humorada por el día de los inocentes, de manera tal que su víctima sería el último en llegar.

Ese día, el último en llegar fue López, cuando llegó tomo unos mates con sus compañeros antes de comenzar la jornada de laburo, notó algunas miradas cómplices entre ellos pero sospechó que sería porque estaban hablando de su hija, que lo pasaba a buscar todos los días a la salida, estaba mas fuerte que un roble y era bastante promiscua.

Luego fue directamente al crematorio a limpiarlo para luego empezar con el trabajo pesado.

Jamás imaginó que al abrir la puerta del horno encontraría algo semejante, uno de sus compañeros sacó la cabeza del mismo dando al mismo tiempo un grito ensordecedor, López cayó al piso, fulminado por un paro cardíaco ante la mirada atónita de sus compañeros que acechaban escondidos tras unos lockers, listos para morirse de risa del incauto.

El cuerpo de López permaneció en el suelo hasta que llegaron los médicos, luego fue al forense, luego al velorio, luego al mismo crematorio que lo había visto morir y finalmente al campo, mas tarde fue descendiendo entre las grietas del suelo, hasta llegar al centro mismo de la tierra.

El alma de López, en cambió, se elevó de inmediato, no participó del velorio, ni estuvo en el crematorio ni hubo que hacer trámites para moverla de un lado a otro, ella voló libre hacía el cielo y en segundos se encontró con la verdad de la milanesa.

El tema del cielo y el infierno es puramente físico, es decir, el cuerpo es pesado, tarde o temprano baja impulsado por la fuerza de gravedad, que incluso se hace mas fuerte al estar mas cerca del centro de la tierra, lugar donde termina ardiendo, lo que en términos populares sería el infierno, en cambio el alma no tiene peso, por lo tanto sube al cielo como un globo aerostático.

Allí descubrió que independientemente de cómo se haya uno comportado en su vida su cuerpo arde en el infierno, y su alma nace en otro nuevecito por un sencillo tema de capacidades: ninguna mujer puede dar a luz un cuerpo de un metro ochenta, salvo que en su vida haya sido demasiado pícara.

De ésta manera certificó que lo que hacía su hija era correcto, de todas formas su cuerpo iría al infierno aunque ella fuera una monja de clausura, por eso decidió devolver la broma a sus colegas. El lunes siguiente envió al cementerio a su hija a visitar su urna.

Mientras la nena de López lloraba uno de sus ex compañeros se le acercó por detrás con el falso objetivo de consolarla. La pequeña López (de 17 añitos) respondió inmediatamente acariciando y besando al hombre (de 44). Los besos de la muchacha se hicieron cada vez mas zarpados y empezaron a encender el fuego del hombre que no podía creer que la tenía tan entregada entre sus brazos.

La muchacha tenía mas calle que NY, y quiso probar una experiencia con un sepulturero veterano, así que lo siguió tocando y provocando de varias maneras.

Pero el compa de López era religioso, y además, ayudado por ser muy feo y tener un carácter jodido, era solterón.

Entendámonos, era religioso y solterón: era virgen, si, virgen a los 44.

El cierre de su bragueta explotó, sus deseos sexuales estaban potenciados al máximo gracias a la experiencia de campo de la hija de López así que le propuso desesperadamente casamiento con el fin de no pecar. La hija de López recibió un mensaje de texto en su celular de un amigo suyo más interesante que el hombre así que se rió del pobre virgen y se fue a pecar sin culpas.

El hombre falleció por una sobredosis de calcio.

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