miércoles, 14 de febrero de 2007

Uruguay: La Cuba de Sudamérica.

La instalación de una planta de celulosa en las costas del río Uruguay, sobre el margen uruguayo a la altura de Fray Bentos, ciudad vecina de enfrente de Gualeguaychú desató diferencias entre los gobernantes de los dos lados del charco.

Meses atrás el gobierno de Entre Rios había declarado de interés provincial la instalación de papeleras de su lado, pero no le resultó tan divertido que la papelera se instalara en Uruguay.

Así fue que en poquitos días, agitación mediante de algunos vecinos el puente que une ambas orillas fue bloqueado por argentinos que izaron la bandera del ambientalismo (concepto similar al que se usaba anteriormente para definir a quienes tienen ideas proteccionistas para con el medio ambiente, pero que ahora en vez de funcionar a nivel global solamente se preocupa del medio ambiente en las costas de Fray Bentos).

En estos meses los bloqueos cumplirán dos años, extendiéndose además al puente Paysandú-Colón y, en ocasiones especiales, al puente Salto-Concordia.

Una aclaración, estos ambientalistas no son indígenas que viven en permanente comunión con la Pacha Mamma, sino que son gente como usted y yo que van al baño, cagan y se limpian el ojete con papel higiénico, pero no quieren que haya papeleras los señores, ¿incoherencia? No, ni ahí.

Hace poco vinieron siete de ellos a tirar volantes a la ciudad de Montevideo, los volantes obviamente estaban impresos sobre papel, pero seguramente sería reciclado…

Los cortes se pusieron tan lindos, y el espíritu ambientalista tan fuerte, que los muchachos decidieron quedarse ahí a pasar navidad y fin de año a la medianoche, obviamente brindaron, comieron y bailaron en su fiesta popular, seguramente disfrutando la generosidad de algún politiquero que debe haber decidido invertir unos pesos para alquilar las baratas voluntades.

Su gobierno les construyó baños a los costados de la ruta para que no tuvieran que hacer lo suyo a la intemperie, eso es un gobierno ocupándose de su gente señores.

Todo esto es mi verdad, que es la única y la mas mejor.

Lo que me preocupa en este momento es que sé que va a llegar el día en el que, sea por la razón que sea los cortes van a terminar y los ambientalistas que pasaban mañana, tarde y noche rascándose las bolas, o las tetas en la ruta (en el caso de los travas podrían rascarse las dos cosas, unos aventajados los pibes) ya no van a tener nada que hacer de sus vidas.

Entonces, y para que vean que no soy rencoroso aquí les dejo una lista de las nuevas actividades que podrían desarrollar.

Dedicarse a la política:

En un grupo de gente siempre hay algún líder o un personaje querido o carismático, pues bien mi estimado, es su oportunidad entonces de arrimar todos esos votitos al partido político de su preferencia, luego de eso, el camino a la fama, al dinero, al tráfico de armas, de drogas con posterior prisión domiciliaria en alguna mansión.

Sin dudas la mejor alternativa.

La docencia:

Como toda persona que obtiene una experiencia importante en cierto tema luego tiene la oportunidad de ganar su pan transmitiendo sus conocimientos a los novatos, en su instituto impartirá materias como “barricadas I y II”, “negociación de premios e incentivos con políticos”, etc.

En su caso encargará a la escuela de Castells el dictado de la asignatura “resistencia a la represión policial”, ustedes siempre fueron unos piqueteros acomodados.

Engancharse con otros movimientos de protesta:

Ahora que usted ya sabe como funciona esto, perfectamente puede acompañar a otros movimientos. Hoy pide aumento para los jubilados, mañana libertad, documentación y trabajo estable para los nigerianos que cayeron de polizones en un barco y pasado su deportación.

De cajero en un peaje:

Este es hermoso, mientras usted se reincorpora al sistema, seguirá teniendo la sensación de ser un joven revolucionario que está parado en una barricada en el medio de la ruta, esa brisa fresca lo ayudará a cumplir su horario, rendir cuentas a sus patrones y cobrar a cambio su recompensa, casi igual que ahora.

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